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Pablo Chamba, vive en Barañáin (Navarra) y tiene 3 años. Sufre parálisis cerebral de nacimiento y tiene un claro objetivo: conseguir 60 toneladas anuales de tapones de plástico para poder financiar su tratamiento y rehabilitación en un centro de Pisa (Italia), al que acude dos veces al año. Es la única forma que tiene de poder llegar a valerse por sí mismo en un futuro; los médicos cifran esta posibilidad en un 80%. Hasta ahora, su familia financiaba la rehabilitación, con un coste anual de unos 18.000 euros, pero ya no pueden permitírselo: el padre está en paro y su madre trabaja a media jornada. 

Por eso necesitan la ayuda de todos para poder tener una buena calidad de vida. Cualquier tapón es válido, siempre y cuando sea de plástico: de botellas, brics, productos de limpieza e higiene, cremas, bolígrafos y rotuladores, burbujeros, nocilla... ¡cualquiera!



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Pablo Chamba

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